A qué se dedicaban antes los finalistas de ‘MasterChef 10’

La final de MasterChef 10 ya está aquí, por lo que es el momento de recordar la trayectoria de los cuatro aspirantes a convertirse en los mejores cocineros amateur de España. Te contamos a qué se dedicaban y en qué trabajan antes de convertirse en concursantes del talent.

María Lo

Se ha convertido en una de las grandes protagonistas de la edición al vivir la reconciliación con Teresa, su exnovia. Más allá de ese momento, la de chiclana ha conseguido cambiar por completo el rumbo de su vida incluso antes de finalizar el programa.

Al casting llegó cuando se encontraba en paro, por lo que encontró en el programa una posible salida laboral. Por suerte, independientemente de que se convierta en ganadora, ya ha conseguido un contrato de un año en las cocinas del Resort Catalonia Grand Costa Mujeres, en Cancún (México).

Adrián

El pasado del finalista de MasterChef 10 está lleno de problemas, ya que en el programa tratará de olvidar su paso por la cárcel. «La mala suerte se paga toda la vida. Yo llevo dos años con una pulsera telemática», confesó al llegar al programa.

«Tuve una pelea de bar, algo que le puede pasar a cualquiera. Él estaba de permiso, estaba en la prisión, comentó a sus compañeros». «La vida en la cárcel es muy dura, te levantas, desayunas y si tienes suerte no viene nadie a pedirte el café. Y si te lo piden les dices que no y te pegan una paliza», dijo emocionando a jurado y compañeros. Ahora busca cambiar de vida de forma radical.

David

La de 2022 está siendo la edición de las segundas oportunidades. Si Adrián ha conseguido superar una mala racha, la historia de David es también de las que emocionan al público de MasterChef 10. «He sido una persona con tendendcias adictivas durante muchos años, con un consumo muy elevado», confesó al jurado.

Aunque las lágrimas apenas le dejaban hablar, quiso contarle al jurado que sus padres habían sido su mayor apoyo para superarlo: «Felizmente es una etapa superada, pero en lo peor, ellos me quisieron más de lo que yo me quería a mí. Estoy en deuda con ellos».

Verónica

 

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La salmantina es una de las que ha protagonizado una mayor evolución durante MasterChef 10, pasando de estar en la cuerda floja a llegar a la final. Su pasado laboral, a pesar de tener solo 26 años, es de lo más movido.

Estudió Periodismo, pero terminó trabajando en el mundo de la publicidad, aunque la vida le buscó una nueva aventuram, por lo que comenzó a trabajar como directora de arte. En una etapa complicada descubrió el yoga, modalidad para la que se convirtió en profesora.